El síndrome del impostor

¿Podrías reconocer si eres una presa del “Síndrome del Impostor”?

El síndrome del impostor es un trastorno psicológico que lo sufren 7 de cada 10 personas en algún momento de su vida. 

Es un fenómeno por el que las personas exitosas sienten que no están a la altura, que no son suficientemente buenas, competentes o capaces y que todo logro en la vida se debe a la suerte o a la intervención de terceras personas.

En cualquier momento, piensan ellos, ¡alguien podría descubrir que soy una estafa!

Una de las zancadillas que te pondrá este fenómeno es no dejarte crecer hacia tu máximo potencial, ya que, al infundirte miedo, te paralizará y logrará que dejes de ser una persona productiva. 

¿Reconoces si tienes algunos de estos síntomas? 

  • Tengo dificultad para recibir elogios. 
  • Tengo miedo que descubran quién soy en verdad: un fraude.
  • Mis logros no han sido para tanto.
  • Suelo compararme con otras personas de mi sector. Ellos son unos crack. Yo no. 
  • Miro mis proyectos e ideas con expectativas de fracaso. Casi siempre pienso que nada saldrá bien. 
  • No tengo creatividad.
  • Estoy ansioso.
  • Si no lo hago perfecto, no vale. 
  • Me cuesta ver y disfrutar lo que he logrado hasta ahora. 

Si identificas algunos de estos pensamientos podrías estar siendo una víctima de este síndrome. 

Te dejo a continuación algunos tips para superarlo: 

Lo primero de todo es reconocer que eres presa del mismo. Aceptarlo. Y esto no es para tanto ya que es un fenómeno mucho más frecuente de lo que pensamos. Lo que no es tan frecuente es reconocerlo. 

Escribir en un diario tus emociones. Verbalizar lo que sientes te ayudará a reconocer tus emociones predominantes a lo largo de una temporada y darte cuenta de cómo éstas pueden estar siendo influenciadas por este síndrome.

Entrena tu discurso interno para que sea más positivo. Esta es la parte más difícil ya que el síndrome del impostor es un gran mentiroso acerca de quién eres. Pero si le combates, le habrás ganado una gran ventaja. 

Haz las cosas con la mejor pasión, cariño y excelencia posible, dando lo mejor de tí, pero sin perfeccionismo. 

No te compares. Probablemente lo estés haciendo con el “ideal” de alguna faceta de alguien que no representa el 100% de su realidad. 

Toma riesgos sin miedo, y si fallas, no te tires piedras. Sé amable contigo mismo y reflexiona en lo que puedes aprender o mejorar para la próxima ocasión. 

Escribe en un diario de gratitud el registro de tus logros, sean pequeños o grandes (puedes utilizar el mismo que uses para escribir tus emociones). 

Acepta los halagos y felicitaciones, con humildad, pero reconociendo tu parte en ello. 

Acepta las críticas. Si son destructivas, dile a la persona en cuestión con toda la asertividad del mundo que no estás de acuerdo ni con la forma ni con el contenido de este mensaje. Si son constructivas, dale las gracias al individuo, aprende y escucha cómo mejorar. 

Ponte metas con objetivos SMART. Este es uno de los aspectos que trabajo en coaching. Elaborar un plan de acción con objetivos basados en la técnica SMART (inteligente, en inglés). Cada sigla de esta palabra nos indica la naturaleza que deben tener nuestros objetivos:

Specific: Específicos. 

Measurable: Cuantificables, medibles.

Achievable: Alcanzables.

Realistic: Realistas y no idealistas.

Timed: De una duración determinada.

Recuerda, no eres una estafa.

No hay nadie en este planeta que tenga la misma huella digital que tú.

Eres un diseño único y con un potencial rico, creativo y maravilloso. 

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